viernes, 27 de marzo de 2009

HACED LO QUE YO DIGA PERO NO LO QUE YO HAGA


Michael Moore, ganador del Oscar al mejor documental en 2003, se encuentra en mitad del rodaje de su próxima cinta y para terminarla se ve que necesita de ayuda porque ha enviado un correo a la lista de suscriptores de su página para pedir la participación de los ciudadanos para la consecución de su nuevo proyecto. Por lo visto Michael tenía parabólica y de pequeñito estaba enganchado a La bola de cristal porque se aprendió de maravilla eso de "sólo no puedes, con amigos sí". Sin embargo, no es lo mismo llamar que levantarse a abrir, que dicen en mi tierra, ya que hemos podido comprobar en primera persona cómo el señor Moore no sólo no concede entrevista alguna sino que ni siquiera se digna a responder los numerosos correos electrónicos que le hemos remitido. El asunto de su misiva era "¿Me ayudas con mi próxima película?... Una petición de Michael Moore" y el de nuestra última petición "¿Me ayudas con mi próxima entrevista?... Una petición de Margaritas a los cerdos", pero está claro que su marca tiene más tirón que la nuestra porque él tiene documental y nosotros nos hemos quedado sin la entrevista.

La rentabilidad de las injusticias

Y nosotros que pensábamos que Michael denunciba injusticias y lo que hacía era sacar provecho de ellas... ¡Cuán equivocados estábamos! Sabiendo que la película versa sobre la industria financiera no entendemos por qué denuncia los "abusos" económicos, como detalla en su petición cuando parece ser un maestro en el tema: hará una taquilla millonaria, se hinchará a vender DVDs, lo colmarán de premios y todo esto por un coste cero ya que las nóminas del plantel de actores se las ahorra (¿a cuándo habría ascendido el plantel de un taquillazo?). ¿Bil Gates el mayor hombre de negocios del siglo XXI? No, ése es Michael Moore.