jueves, 24 de septiembre de 2009

EMI DESVELA EL MISTERIO DE HURTS



Comparte título con una mítica canción de los ochenta (una de las mejores en lo que a música se refiere) pero no es lo único que ha tomado prestado de esa década. Un estilo pop suave y depurado, un elegante coqueteo con los sintetizadores y unos efectos electrónicos comedidos son las principales armas que esgrime este misterioso dúo británico para abrirse paso en lo que se ha convertido en una jungla que nada tiene de lúdica o de artística ya. En un campo de combate en el que la originalidad causó la primera baja seguida de la calidad, Hurts (anteriormente conocidos como Daggers) apuesta a un caballo ganador sin arriesgar lo más mínimo. No podemos culparles, al menos lo hacen bien, que es más de lo que se puede decir de la inmensa mayoría de los nuevos productos que atiborran ondas y reproductores (aunque exista alguna que otra excepción más). Somos conscientes de que el mal de muchos es… ¡Epidemia!, pero es a lo más que se puede aspirar en estos momentos en los que las ventas priman por encima de todo. Su primera y única canción hasta el momento, Wonderful Life, bebe de grandes fuentes pues recuerda en gran medida al estilo de Talk Talk principalmente y de The Human League entre otros afiliados al movimiento de los nuevos románticos, de quienes han tomado gran parte del estilismo. Así pues, no es de extrañar que Hurts haya fichado con EMI, sello fetiche de la new wave. Si el resto del disco (del que sólo se sabe que hay grabados seis temas incluido este sencillo) está a la altura de esta muestra, estamos ante un grupo que tiene mucho que ofrecer.