miércoles, 11 de julio de 2012

¡¡ESPAÑA CON LOS MINEROS!!


Hay que prepararse para animar a nuestro equipo, que llega a la capital. Necesitan nuestro apoyo, el de todos, porque se va a disputar un duro encuentro. El rival es poderoso y, aunque no está demasiado bien entrenado, no practica el juego limpio y amenaza con imponer su triunfo por la fuerza, como los caciques que son. Y lo peor de todo: no es que nuestro equipo haya tenido mala suerte en el sorteo;  es que a este rival lo han elegido quienes se empeñan en participar de este circo al que llaman democracia y para el que no nos han vendido entradas. Pero este circo de payasos se ha convertido en uno romano y tienen los gladiadores en la puerta del coliseo dispuestos a derramar sangre, porque, como en aquellos tiempos, no tienen nada que perder.

Ahora más que nunca hay que sentir los colores: el rojo y el gualda, y no el verde, que es el tono que más cala. ¿Dónde está ahora la selección? ¿Va a venir a animar a la clase obrera? Seguramente no (estarán buscando paraísos fiscales para sus ganancias). ¿Y la clase obrera? ¿Vendrá a animar a sus iguales? Posiblemente, mucha no porque se gastaron todos los ahorros en un billete de ida y vuelta en el día a Kiev. Vemos muchas banderas, pero ninguna la de un proyecto común; nos guste o no, nuestro proyecto.

Salgamos a la calle, colguemos pancartas en nuestros balcones, pongámonos la camiseta porque este partido lo jugamos todos y aquí sí GANAMOS todos.

Ésta es la roja, MI ROJA.

¡¡ESPAÑA CON LOS MINEROS!!

martes, 10 de julio de 2012

VOLVEMOS A LA CARGA



Hace tiempo que no escribimos y no porque no tengamos nada que decir, sino porque hay tanto que no sabemos por dónde empezar (bueno y porque tenemos que estar pluriempleados para pagarles a todos los mangantes de este país). En el breve espacio de tiempo que lleva el PP en el gobierno, creo que ni un mono con una ballesta podría haberlo hecho tan mal. Jamás una herencia dio tanto de sí. Cierto que el PSOE dejó un agujero importante, pero ¿quién gobernaba en Madrid, donde la verdad superaba la ficción en más del doble? ¿Y en Valencia? ¿Y en Mallorca? En fin, lo teníamos muy claro: en estas elecciones había que elegir entre un hijoputa y un tonto, y ganó el tonto (qué le vamos a hacer, ya lo decía nuestra abuela, de un tonto no se puede esperar nada bueno). Y aquí estamos, a punto de morirnos de hambre y con la mitad del país en pie (falta convencer al otro medio).
 
¡Vergüenza de país! No comemos, no tenemos casa, no tenemos trabajo ni futuro, pero, ¡eh!, veintidós analfabetos puteros y cocainómanos que tributan cantidades irrisorias han conseguido una copa de hojalata que dicen que es de todos. Y tan contentos…