Nunca un elemento de la naturaleza fue tan esperado. Ansiado. Un año hemos estado sentados mordiéndonos las uñas mientras aguardábamos el primer disco de estudio de la londinense Florence Welch. Desde que una fría mañana invernal de 2008 ese Kiss with a Fist inundó la habitación para hacernos entrar en calor con unos ritmos que sonaban a antaño y con una voz cálida y potente repleta de personalidad. Dejando aparte las polémicas estúpidas y los retorcimientos varios sobre el significado de la letra, esta gran canción auguraba un gran disco que no ha defraudado en absoluto.
Un huracán con la fuerza y el estilo de Ida Maria, el regusto de Those Dancing Days, la dulzura de Feist y un punto de leve extravagancia a lo Kate Bush. Un patchwork de estilos y calidades bien entendidas que han hecho de este primer trabajo uno de los mejores discos de 2009. Trece canciones, a cual mejor, de estilos distintos entre las que resulta difícil elegir. Lungs es una verdadera joya que merece la pena cuidar, pues no se sabe cuándo tendremos otra. ¡Larga vida a Florence!