Aunque no de usarla, desde luego. El último sencillo de The Prodigy, Invaders Must Die, suena como los Chemical Brothers cuando afinan las mesas de mezcla y como lo harían los Does I Offend You, Yeah? si fueran mediocres.
Tras el infumable Always Outnumbered, Never Outgunned, el trío ha decidido volver a intentarlo con la música disco. Será que han encontrado un tremendo filón en ella o que ya no les queda salud ni energía para berrear como lo hacían en sus “conciertos” en los que causaban daños irreparables a más de uno con la connivencia de salas como la barcelonesa Razzmatazz. Por supuesto, todo presuntamente, pero lo que no es presunción es que los asistentes no oían al salir y algunos de ellos gozarán de unos maravillosos acúfenos in sécula seculórum.
Y es que, aunque se acabe la furia, hay que seguir comiendo y los tiempos están cada vez más difíciles, ¿eh, Prodigy? La rabia se ha aburguesado…